
Virus del Nilo Occidental
Ciclo de transmisión
La Fiebre del Valle del Nilo Occidental (FNO) o West Nile Fever (en inglés) es una zoonosis causada por determinadas cepas del virus del Nilo Occidental (VNO) que se transmite por mosquitos. Dicho virus se mantiene gracias a un ciclo de transmisión mosquito-ave-mosquito. Los seres humanos y los équidos se consideran huéspedes finales del virus por lo que no transmiten la enfermedad, pero sí que la padecen.
Las aves son consideradas reservorio de la enfermedad, es decir son capaces de mantener el virus sin tener en algunos casos síntoma alguno, jugando un papel muy importante en el mantenimiento y diseminación del virus.
Virus de la familia Flaviviridae, género Flavivirus.
Enfermedad de declaración obligatoria (Real Decreto 779/2023)
Hospedadores: Vertebrados. Principalmente mamíferos (équidos y humanos) y aves. Las aves son consideradas reservorio de la enfermedad, jugando un papel muy importante en la diseminación del virus.
El mosquito infectado puede transmitir la enfermedad a équidos (especialmente caballos),aunque también es posible la transmisión a personas.
Los mosquitos no se infectan al picar a los caballos, ni se transmite entre caballos y personas.
El periodo de incubación es de 2 a 14 días.
SITUACIÓN DE LA FIEBRE DEL NILO OCCIDENTAL EN ESPAÑA
Desde el inicio del año 2024 hasta la actualidad han sido comunicados a través de ADIS 2 focos en équidos (1 en Francia y 1 en Italia) y 5 focos en aves (1 en Alemania, 1 en España y 3 en Italia)SITUACIÓN DE LA FNO EN ESPAÑA España presenta en la actualidad una situación endémica de la enfermedad debido a que reúne unas condiciones favorables para el mantenimiento y la circulación del virus responsable de la FNO, como son la gran variedad de posibles reservorios, la proximidad a zonas endémicas como África y Oriente Próximo, las características ecológicas y climáticas, las rutas migratorias de aves procedentes de áreas afectadas y la presencia de vectores competentes ampliamente difundidos por la geografía española.
Síntomas que pueden aparecer a los 3-15 días de la infección:
Fiebre y síntomas gripales.
Pérdida de apetito.
Depresión o letargo.
Imposibilidad o graves dificultades para deglutir.
Trastornos de la visión.
Cabeza apoyada o inclinada.
Tropiezos o traspiés.
Debilidad muscular, tics nerviosos o temblores musculares.
Deambular sin rumbo o en círculos.
Parálisis parcial.
Imposibilidad de mantenerse en pie sin ayuda.
Convulsiones.
Coma.
Como se puede observar la mayoría de los signos responden a una afección nerviosa, esto es debido a que el virus genera una inflamación en el cerebro denominada encefalitis.
Si el caballo no ha sido vacunado contra el virus y si existe una posible exposición al mosquito vector, debemos sospechar de esta enfermedad ante la apreciación de los signos clínicos. Los casos potenciales se deben diagnosticar rápidamente para iniciar cuanto antes el tratamiento de apoyo necesario; por eso es muy importante solicitar asistencia veterinaria si el caballo presenta algún comportamiento anormal. El diagnóstico definitivo para descartar cualquier otra enfermedad neurológica (por ejemplo, rabia, herpes virus) sólo es posible mediante análisis de laboratorio.
No existe ningún tratamiento específico que cure la Fiebre del Nilo Occidental: el tratamiento es "de apoyo"; se intenta controlar la enfermedad a la vez que se proporcionan los cuidados sanitarios necesarios. Si un caballo presenta síntomas neurológicos graves habrá que ingresarlo en un hospital. Estos caballos tienen que estar en un entorno seguro, con paredes acolchadas y cama abundante, e incluso pueden necesitar un protector para la cabeza para evitar que se hagan daño. Si no pueden permanecer de pie sin ayuda pueden requerir algún tipo de sujeción.
Es importante garantizar una hidratación y nutrición adecuadas; si el caballo no puede ingerirlos voluntariamente, puede necesitar líquidos y nutrición intravenosos. Otros fármacos que pueden incorporarse al tratamiento son antiinflamatorios no esteroideos, sedantes y antivirales, aunque la utilidad de estos últimos todavía no está clara. La recuperación de estos casos clínicos puede necesitar varios meses. Aunque el caballo sobreviva a un cuadro grave de la enfermedad, puede haber sufrido lesiones permanentes en el sistema nervioso central.
Para prevenir la Fiebre del Nilo Occidental es importante vacunar al caballo e implementar programas de control de los mosquitos que actúan como vectores.
Control de los vectores (mosquitos)
Los insecticidas son un método simple y eficaz para reducir las poblaciones de mosquitos adultos. Para controlar la principal fuente de mosquitos es importante centrarse en eliminar los hábitats donde crían, con el fin de reducir el número de sus larvas.
- Cambie el agua de los bebederos o cualquier otro recipiente de bebida como mínimo cada cuatro días y preferentemente a diario.
- Elimine cualquier recipiente (neumáticos, cubos viejos) que pudieran retener el agua y mantenga el entorno del caballo ordenado y limpio..
- Mantenga todo tipo de recipientes tapados.
- Limpie y retire periódicamente los residuos de los desagües para que no se acumule el agua.
Reduzca la exposición de los caballos a los mosquitos
- Encierre a los caballos en las cuadras al atardecer y al anochecer, cuando los mosquitos son más activos.
- Apague las luces para que no atraigan a los mosquitos por la noche o utilice fluorescentes que no los atraen.
- Ponga mosquiteras en las ventanas de las cuadras.
Vacunación
La vacunación puede reducir mucho el riesgo de que los caballos sufran las consecuencias del WNV. Su eficacia se ha demostrado con gran éxito en Estados Unidos, donde el número de casos equinos ha ido descendiendo año tras año desde el gran brote de 2002, gracias a la utilización masiva de vacunas. Para proteger a los caballos contra el West Nile Virus el programa de vacunación debe haberse completado antes de la estación de los mosquitos (que puede variar mucho de un año a otro), para que el caballo esté perfectamente protegido cuando existe un riesgo real de ser picado.
Al ser esta enfermedad una zoonosis, los medios preventivos son útiles tanto para el caballo como para las personas que se encuentran en su compañía.
ACTUALIZACIÓN AL MES DE JUNIO DEL 2025
🦟 1. Riesgo y vigilancia activa
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En Andalucía, las autoridades han adelantado en mayo las inspecciones entomológicas, colocando más trampas (en Málaga, de 27 a 120, y en toda Andalucía de 27 a 120) y comenzaron un mes antes este año
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En la comarca del Bajo Guadalquivir (Sevilla), los técnicos detectaron larvas "transmisoras del virus" en el 30 % de los puntos muestreados; se reforzó el control con larvicidas biológicos y se duplicó la red de trampas (27 → 120)
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En Almería, concretamente en los barrios de Retamar‑El Toyo y El Alquián (∼17 000 habitantes), se declaró "alerta alta" por presencia del virus en mosquitos. Se reforzará vigilancia entomológica, animal y humana, y campañas informativas durante al menos cuatro semanas
2. Casos humanos y mortalidad reciente
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En 2024, España notificó 157 casos humanos, con 20 fallecidos, y 12 muertes solo en Andalucía
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En 2025 aún no se han confirmado muertes nuevas, pero la vigilancia humana se ha intensificado en zonas de riesgo, ampliando tanto el monitoreo entomológico como la detección de casos no neuroinvasivos
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El año pasado, Seville registró un caso fatal en Mairena del Aljarafe
3. Medidas y presupuesto
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La Diputación de Jaén cubrirá 14 municipios con un plan de control integral dotado con 500 000 €, enfocándose en localidades con riesgo medio/alto y zonas prioritarias dentro de un radio de 1,5 km de poblaciones
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La Junta de Andalucía y ayuntamientos invirtieron millones en fumigación: unos 6 millones en Sevilla (Diputación) y 105 000 € en el Ayuntamiento capitalino de Sevilla; acción que incluye tratamientos larvicidas (por aire/drones) para evitar repetir errores de 2024
4. Factores climáticos y ambientales
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Un invierno muy suave y una primavera lluviosa han generado condiciones ideales para la proliferación de mosquitos Culex, especialmente con la siembra de arroz (36 500 ha vs. 25 000 ha en 2024)
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Resultados de vigilancia del CSIC (Doñana) muestran hasta ahora menos mosquitos que el año pasado (8 000 vs 192 000), pero se espera aumento con las temperaturas
5. Recomendaciones sanitarias
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Se mantienen las medidas personales: uso de repelentes, ropa clara y de manga larga, evitar la exposición al amanecer y anochecer, eliminar aguas estancadas y cerrar ventanas o usar mosquiteras/aire acondicionado .
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Las autoridades han lanzado campañas informativas dirigidas a la población (escuelas, residencias, farmacias, centros de salud), anunciando el nivel de riesgo y alertas locales
Resumen general
Aspecto Estado actual
Vigilancia Muy intensa: más trampas, mayor muestreo y controles anticipados
Casos en humanos Aún sin nuevos fallecimientos en 2025; estacionalidad esperada junio–octubre
Zonas de mayor riesgo Bajo Guadalquivir (Sevilla), Murcia, Almería, Jaén
Clima y entorno Aumento de lluvias y calor favorece abundancia de mosquitos
Prevención Medidas poblacionales (fumigación) y personales
Conclusión
Estamos ante una temporada crítica. El virus del Nilo Occidental ya es endémico en Andalucía, con vigilancia reforzada desde mayo. Aunque este año no se han registrado muertes nuevas hasta ahora, las condiciones climáticas y ecológicas son propicias para más casos. Es vital mantenerse informado por canales locales, seguir las recomendaciones sanitarias y revisar si vive o viaja a zonas con alerta activa.